jueves, 8 de abril de 2010

ESCRITOR DEL MES: JUAN ANTONIO BERMÚDEZ





Nació en Jerez de los Caballeros (Badajoz), en 1970, aunque reside en Sevilla desde 1989. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Titulado en Lengua y Cultura italianas por la Società Dante Alighieri (ha cursado estudios en sus sedes de Sevilla, Florencia y Palermo). También tiene estudios de Animación Socio-Cultural e Intervención Socio-Educativa y de Guión de Cine y Televisión.
Es periodista, escritor y profesor de ‘Historia del Cine’ y ‘Análisis de Guión’. Coordina la programación audiovisual de la Sala El Cachorro, en Sevilla. Trabaja también ocasionalmente como editor y como corrector editorial. Ha publicado hasta ahora dos poemarios: Compañero enemigo (Libros de la Herida, 2007) y Doce poemas apátridas (MLRS, edición digital, 2009), y su obra literaria ha aparecido en numerosas revistas, webs, antologías y catálogos. Es autor, además, del ensayo Asa Nisi Masa. La infancia en veinte película, por el que fue becado por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Es fundador y miembro activo de los colectivos culturales ‘La palabra itinerante’ y ‘Cámara Lenta’, y pertenece a la Asociación de Escritores de Cine de Andalucía (ASECAN).



Selección poética:





MANDAMIENTO


Amar a cada uno por su nombre
en un idioma impar, íntimo código
en el que cada sílaba sea un mimo.

Amar a cada cual por la manera
intrépida o celosa de apretar
el paso en la borrasca y por el cúmulo
de discapacidades que lo azoran.

Amar a cada prójimo en su fe
por la ráfaga débil que lo surca,
por sus contradicciones, sus bostezos
y el temblor de sus piernas entumidas.

Amar a contrapelo, amar a ciegas,
celebrar que tendemos hacia el otro
el pulso, sin que nadie nos lo mande.




EQUIVOCACIONES, VOCACIONES


Casi todos los papeles que me nombran mienten.
Me he visto en fotografías que nunca me hicieron.
Los que me elogian o me insultan jamás han compartido el pan conmigo;
publican su veredicto sin mirarme a los ojos
como el que firma un contrato sin leerlo.

Yo mismo escribo en un idioma que aún no aprendí;
recuerdo ciudades que no he visitado;
tengo todavía en los labios el sabor de una mujer que tal vez no me besó.

Mis dedos aprietan el aire caliente que dejó su piel
como el que abraza el cadáver de un desconocido.



COMPAÑERO ENEMIGO


Compañero enemigo, nos convocan
los bárbaros tambores, las sirenas
leprosas de la guerra, el olor acre
que reclama genética venganza.

Desobedeceremos, cruzaremos
los cuchillos delante de la lumbre
en la tierra de nadie, que es mi tierra,
nuestra tierra sin planos ni alambradas.

Y allí compartiremos el arroz
y la perplejidad de estar tan vivos
entre tanto cadáver contagioso.

Compañero enemigo, no te mueras,
ni me mates, ni huyas, ni te rindas
que tenemos que hablar de muchas cosas.


EL CORAZÓN DESIERTO


De ventanilla a ventanilla,
desde otro tren contrario y paralelo
varado algún minuto
en la estación nocturna,
se encontrará mi vida con tus ojos.

Nos cruzará el amor, como un sonámbulo,
el corazón desierto.
Y pasará de largo.


FE EN LA ERRATA


Las flechas desviadas, al final,
aciertan otro blanco;
las derivas desvelan continentes;
alguien huele y adopta
las cartas sin remite.

Cada desliz da cuerda,
cada gazapo prende.

El día que acudí
al sitio equivocado, a la hora impropia,
allí estaba esperándome
la muchacha más linda
de este baile de locos en desahucio.

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